EL PROBLEMA DEL CASTIGO
Por: Wayne Pacelle
El entrenamiento es un componente fundamental de nuestra relación con los perros. El entrenamiento no se trata de enseñar a los perros a hacer trucos para nuestra diversión o de someterlos a nuestra voluntad; se trata de mejorar la comunicación entre especies y asegurar buenos resultados para todos. Y es otra forma de mejorar el vínculo humano-animal y la relación especialmente especial que tenemos con los perros.
Sin embargo, algunos métodos de entrenamiento están en desacuerdo con el espíritu del vínculo humano-animal. Cuando los entrenadores de perros o los dueños de mascotas recurren a dañar a los animales en un esfuerzo por entrenarlos, se debilita la relación. El entrenamiento debe ser divertido y estimulante tanto para las personas como para sus mascotas. Cuando el entrenamiento se vuelve doloroso o aterrador, inducirá estrés y ansiedad en los perros, y ese no es el resultado deseado.
El entrenamiento físico basado en el castigo se basa en teorías anticuadas del dominio. Dichos métodos pueden incluir el uso de cadenas de estrangulamiento, collares de choque o rollos alfa (hacer rodar físicamente a un perro en el suelo y mantenerlo allí). Si bien estos métodos alcanzaron su punto máximo en popularidad en la década de 1960, la ciencia del adiestramiento canino ha avanzado significativamente en los últimos 50 años y los entrenadores de renombre de hoy los rechazan abrumadoramente a favor del refuerzo positivo.
La posición de la Asociación de Entrenadores de Perros Mascotas sobre el dominio y el adiestramiento establece que “la intimidación física o psicológica obstaculiza el adiestramiento efectivo y daña la relación entre humanos y perros”. La Sociedad Veterinaria Estadounidense de Comportamiento Animal señala que el castigo puede causar varios efectos adversos, que incluyen "inhibición del aprendizaje, aumento de los comportamientos agresivos y relacionados con el miedo, y lesiones a los animales y a las personas que interactúan con los animales".
Estas organizaciones principales y dominantes reflejan una visión moderna sobre el adiestramiento canino, dejando en claro que el resurgimiento del castigo y el dominio en el adiestramiento es simplemente el retroceso inevitable que enfrentaría un cambio radical en cualquier campo importante. Algunas personas pueden promover métodos de entrenamiento duros porque están arraigados en las viejas formas y no están dispuestos a cambiar, o simplemente no se dan cuenta de que los grandes resultados pueden provenir de un refuerzo positivo.
El vínculo humano-animal viene con la responsabilidad humana, en gran parte debido al poder que tenemos en la relación. Debemos aplicar las mejores prácticas en todas nuestras interacciones con nuestros amigos animales, incluso en el cambiante mundo del adiestramiento canino.
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