Un error común que cometen muchos dueños de perros es esperar hasta que una situación esté fuera de control antes de intentar controlarla. Las señales y los signos no se reconocen ni se ignoran durante demasiado tiempo. Esto puede hacer que situaciones que eran fáciles de resolver y prevenir en el presente se conviertan en grandes problemas de comportamiento en el futuro.
Para mí, ser dueño de un perro humano reactivo es una de las oportunidades que ha perdido en el pasado para controlar con calma y suavidad los posibles problemas. Debido a que el dueño no ha estado marcando el camino y permitiendo que su perro se sienta seguro, el perro comienza a tomar algunas decisiones y acciones con las que nosotros, los humanos, no estaremos totalmente felices. Cuando se ha perdido la oportunidad de corregir esto en el pasado, parece forzar a los humanos a asumir un papel reactivo. Para su perro, esto no exige respeto ni obediencia, porque el humano parece desequilibrado o terriblemente inconsistente en sus reglas y comunicación. Recuerde que la reactividad es algo que parece surgir de la nada sin ninguna razón para el compañero canino.
Ser proactivo se trata más de conocer a su perro y estar preparado. También se trata de no pasar por alto los comportamientos que pueden convertirse en problemas en el futuro. Incluso si son lindos y no tienen problemas ahora, el propietario proactivo encontrará soluciones de capacitación y / o administración para prevenir proactivamente que algo empeore o suceda.
Como en el póquer, ciertos perros tienen "señales" cuando están a punto de reaccionar. Mi perro, Boris, mueve la cola muy rápido si le han dicho que no haga algo, pero aún así tiene la intención de hacerlo. Para cada perro, sus "señales" son diferentes. Algunas personas intentan especializarse en los menores con estrictas reglas de comunicación canina, pero la verdad es que esta comunicación puede variar entre las personalidades individuales de los perros. Se pueden hacer generalidades estadísticas para intentar predecir reacciones futuras, pero recuerde que los perros son individuos. Un perro que se raya a lo largo de la espalda puede ser agresivo, mientras que el de la antera puede ser emocionante al conocer a un viejo amigo.
Puede usar lo que sabe sobre su perro y sus "indicaciones" para guiarlos correctamente por las esquinas. Por ejemplo, si su perro aguza las orejas y trata de mirar fijamente a un perro antes de volverse reactivo, puede usar esto en su programa de entrenamiento para redirigir ese interés a la obediencia y la calma (con el adiestrador de perros profesional adecuado, por supuesto).
El dueño proactivo del perro evita que se produzcan problemas en el futuro. El dueño del perro reactivo coquetea con las peligrosas posibilidades de no estar preparado en el futuro. ¿Cual eres tu?
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